Desde Costa Rica nos visitó el Pastor Gonzalo Ramírez quien además de ser miembro del Senado de su país, pertenece al Centro Mundial de Milagros y es Director del Ministerio Visión Empresarial.
En este segundo mensaje el Pastor Ramírez nos enseña a tener una perspectiva correcta del fracaso y a que permitamos que el Señor Jesús transforme con la unción de su presencia nuestro ambiente para que podamos alcanzar su propósito para nuestra vida.
Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios.2 Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes.3 Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud.4 Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. 5Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red.6 Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía. Lucas 5. 1-6.
Los cristianos se preocupan tanto de sus fracasos que terminan saliéndose de la batalla. El fracaso se puede definir como la ausencia de éxito o triunfo, como un resultado absurdo o como una breve caída. Y esto es lo que es el fracaso: una breve caída, pero no es fatal.
El fracaso puede ser debido a una maldición cíclica que hay que romper, o a falta de enfoque, o a expectativas irreales.
Cuando Jesús llega a un lugar, el ambiente se transforma por causa de la unción. Cuando llegó a la barca su unción transformó el fracaso de la pesca en una multiplicación milagrosa.
José transformó la cárcel, la casa de Potifar y a todo Egipto.
Tú también eres un transformador, eres causa de bendición adondequiera que vayas. Eres la causa de la bendición de tu familia, de tus hijos, nietos y todas tus generaciones. De tu trabajo, de tu escuela, de tu país.
Dios tiene un propósito para ti. Tu familia se sostiene porque tú te sostienes en la Palabra.
Si tienes una sola Palabra, lo tienes todo. No existe otro dios que pueda hacer lo que Dios puede hacer, Él está por encima de todas las circunstancias y problemas, pues es Dios de dioses.
Está encima de todo lo que te ha llevado fracaso, lo único que tienes que hacer es creer a su Palabra que cambia toda mala experiencia, temor, culpa, miedo. Puede que sientas que no tienes recursos o la habilidad, pero hoy: ¡Boga mar adentro y echa tu red para pescar!