Este domingo en Centro de Vida Lomas, Luis Marroquín compartió sobre la justicia de Dios. Su palabra señala en Romanos 3:10 que “No hay justo, ni aún uno”, a pesar de que Él es justo en todo lo que piensa y actúa, y nos ha establecido en un marco de justicia a través de su hijo Jesucristo.
Dios no sólo nos justificó a través de Jesús -quien cargó todo nuestro pecado, pobreza, enfermedad, dolores y maldiciones-, sino que además nos da su gracia y lo que no merecemos: sentarnos al lado de su Hijo en lugares celestiales.
Cuando llegamos a Dios, lo primero que recibimos es su justicia, por lo que no debemos concentrarnos en nuestras necesidades como en qué comer o vestir (Rom 14:17), sino en atesorar la palabra de Dios porque es la que rige el reino. “Mas Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33).
Cuando somos revestidos del nuevo hombre, caminamos en santidad y en verdad, porque nos convertimos en producto de la justicia de Dios, adquiriendo la genética del Padre.