Este domingo tuvimos como invitado especial al Pastor Josué Ramírez, de Lázaro Cárdenas , Michoacán, quien al llevarnos a la historia bíblica de la mujer del perfume (Marcos 14:3), nos enseñó, que esa pasión con la que ella derramó lo más valioso que tenía, a los pies de Jesús, nos revela el tipo de amor que logra dejar una huella inolvidable en el corazón de Dios. Es por eso que, al hablar de una acción tan apasionada como la que tuvo esta mujer, se tiene que contar; un amor que quedó marcado en el corazón de Dios.
Seamos de esas personas o de iglesia, que dejemos una marca en Dios, no por nuestros talentos o dones, sino por nuestra forma de amarlo. Un amor comprometido, un amor que no sólo da lo necesario, sino que lo da todo por Jesús. Judas, es otro ejemplo: ¿amaba a Jesús? si, pues le seguía y apoyaba su ministerio, sin embargo, su corazón estaba lejos de Él.
Judas, evidentemente amó más sus intereses, que a su Señor. Hay quienes se dan a Dios, y hay quienes se quiebran por Él completamente, pero, recordemos con estos ejemplos, que lo que no demos para Dios, el diablo asumirá que es para él.