Comenzamos una semana crucial, en la que cuando Cristo muere y derrama su sangre en la cruz, vemos que también derramó su vida por nosotros, pero ¡resucitó! a una vida que trae mucho fruto y por la cual hoy podemos reconocerlo como nuestro Señor y Salvador.
El doctor Antonio Pérez Inclán, comenzó su mensaje en este domingo de resurrección recordándonos que con la victoria que nuestro Señor Jesús ganó por nosotros y para nosotros, hoy podemos entender y reconocer que ya no tenemos por qué vivir oprimidos por el diablo, pues con el beneficio de ese sacrificio en la cruz, podemos disfrutar de una verdadera libertad, sin más condenación gracias al perdón de nuestros pecados y siendo rescatados para echar mano de nuestra herencia eterna.
Cristo nos ha dado el gran privilegio no sólo de librarnos de pagar algo que a nosotros nos correspondía, sino que además, al que cree en el Hijo de Dios y su resurrección y le recibe, viene y hace morada en él, con el propósito de ser un instrumento en sus manos para que con la ayuda, el consejo, el poder y la guía del Espíritu Santo, continuemos con su obra redentora aquí en la tierra.