Cuando no hay una visión profética clara, la gente se extravía rápidamente, pero cuando sigues la revelación de la palabra, la dicha del cielo llena tu alma. Proverbios 29:18.
Este domingo, Abraham Hernández nos enseñó sobre el poder de nuestros pensamientos y cómo estos afectan directamente nuestra vida, nuestra salud e inclusive, nuestro destino, por ello es importante ser intencionales con lo que pensamos y bajarlo de nuestra mente a la acción. Debemos de desechar los malos pensamientos y llenarnos con la palabra de Dios para cumplir con la visión que Él nos ha dado, y si aún no la tenemos, sigamos estos pasos para reconocerla: primero, tenemos que estar convencidos de lo que creemos, identificar lo que queremos, los recursos con los que contamos para lograrlo y actuar conscientemente para que suceda.
Una visión no es efectiva si no es llevada a su máximo potencial por quienes las persiguen, porque una cultura de Reino llevada correctamente será manifestada en nuestra vida y en nuestro entorno.
Citas bíblicas:
Proverbios 29:18
Romanos 12:2