La Apóstol Sigryd Acuña, nos recordó que cuando tenemos un encuentro con Jesús, comenzamos de manera genuina a ordenar nuestra vida, tal como lo hizo Zaqueo. Zaqueo fue una persona que se enriqueció a costa de los demás, por lo que es muy probable que fuera despreciado por mucha gente, sin embargo, estaba dentro de los planes de Dios traer un de repente a su vida y transformarla.
Quizá por la curiosidad, Zaqueo tenía un gran interés por ver a Jesús, y conociendo el camino por dónde Él pasaría, decide subir a un árbol, ya que era de baja estatura; para así no perderse de ver al Señor. Cuando Jesús lo ve, le pide que baje e inmediatamente éste sin dudar le obedeció y tuvo fe, pues hubo una notable conversión él. Jesús lo sorprende diciendo que irá a pasar la noche a su casa y en respuesta decide restituir todo lo que había robado y engañado. Zaqueo no sólo recibió ese día su salvación, sino que fue tal su convicción de lo que había sido en el pasado que supo que no era suficiente solo ver pasar al Señor Jesús, sino lo importante que era estar y entrar en relación estrecha con él.
Citas bíblicas:
Lucas 19:9