Las promesas de Dios se llevan a cabo cuando estamos en la roca. Debemos saber que al ser hijos e hijas de Dios también nos da responsabilidad, la de ser honorable con todos a nuestro alrededor. Las ofensas cierran puertas. Mediante la Cruz nos reconcilió con Él. Nosotros debemos manifestar a Jesús. Todo viene por la renovación de la mente. Cuando morimos a nosotros mismos nuestras emociones no pueden gobernarnos. Una persona madura acepta la corrección. Hagamos todo mediante la raíz del amor, esa es la naturaleza de los hijos de Dios.
Comentarios Facebook