DÍA 8. CONQUISTA TU MATRIMONIO Y/O FAMILIA.

DÍA 8. CONQUISTA TU MATRIMONIO Y/O FAMILIA.

Efesios 3:14-16 Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, 15 de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, 16 para que les dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; 17 para que habite Cristo por la fe en sus corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, 18 sean plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, 19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que sean llenos de toda la plenitud de Dios.

PADRE CELESTIAL: Te doy gracias porque mi matrimonio y mi familia llevan tu Nombre y estamos siendo fortalecidos por medio de tu Palabra y de tu Espíritu Santo. Gracias porque que cada miembro de mi familia tiene a Cristo en su corazón y está echando raíces en tu Amor. Hch. 16.31.

Gracias porque yo y mi familia recibimos a diario una revelación más grande del amor de Cristo, que excede a cualquier otro conocimiento. ¡Espíritu Santo, llénanos de la plenitud de Dios!

SEÑOR JESÚS: Todos en mi familia, creemos y nos ponemos de acuerdo con tu Palabra, para someternos y amarnos unos a otros. Ef. 5.21. Ro. 12.10.

Declaramos tu Palabra revelada a cada esposa, para sujetarse voluntariamente a su marido, como al Señor; ya que dispusiste que

el marido sea cabeza de la mujer; como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo y él es su Salvador. Que como la iglesia está sujeta a Cristo, así las casadas lo están a sus maridos en todo. Ef. 5.22-24.

PADRE: Respecto a los maridos, afirmamos que cada uno ama a su esposa con un amor como el de Cristo por su iglesia; mismo que lo llevó a entregar su vida por ella. ¡Declaramos que cada marido ama a su mujer como a su propio cuerpo, y la protege y la cuida! Ef. 5.25- 29.

PADRE: Qué en cada matrimonio el marido ame a su mujer, y que la esposa honre y respete a su cónyuge. Ef. 5. 33. Te pedimos que aquellos que viven en unión libre, formalicen su relación como matrimonio, ante ti.

SEÑOR JESÚS: Creemos que los hijos de nuestra familia son obedientes a sus padres. Declaramos que honran a su padre y a su madre, por lo que les irá bien y tendrán una larga vida en la tierra. Ef. 6.1-3.

PADRE: Danos a los padres y madres la capacidad para no exasperar y hacer enojar a nuestros hijos, sino que sepamos educarlos con tu amor, tu disciplina y la instrucción que proviene de ti. Ef. 6. 4.

PADRE: Queremos ver tu promesa de Malaquías 4.6 hecha realidad: Qué el corazón de los padres y madres se vuelve a los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, para salir de la maldición.

Perdónanos a padres e hijos, por las faltas de respeto, los abusos, los golpes, la violencia intrafamiliar, el abandono, la crítica, la deshonra y cualquier otro pecado cometido que nos tenga separados, heridos o resentidos como familia. (Pide perdón por tus propios pecados).

SEÑOR JESÚS: Que tu Sangre preciosa nos limpie de todo mal personal y familiar y que tu Espíritu Santo nos guíe a pedirnos perdón y a perdonarnos de corazón; para restaurar las relaciones matrimoniales y familiares que estén rotas o en mal estado.

En el nombre de Jesús, hacemos un alto al espíritu de divorcio, de desacuerdo, de orfandad y abandono, de abuso y maltrato verbal, físico y sexual. Decimos NO a la separación entre padres e hijos. Declaramos reconciliación entre las familias, arrepentimiento y restauración de la relación con el Padre y con el prójimo.

PADRE: Pedimos tu intervención para que se detenga el deterioro de la familia en la sociedad. Perdona la distorsión que quiere imponer modelos que jamás estableciste para el núcleo social más importante de la humanidad. ¡Gracias, en el Nombre de Jesús, amén!

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