Este domingo, tuvimos al Pastor John Arnott de Toronto Canadá, como invitado especial ,y nos habló sobre el reconocer el valor de la gracia recibida por medio de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la amistad con el Espíritu Santo. Tres cosas importantes que nos llevan a vivir una vida en poder y sobrenatural.
Nos hizo reflexionar en la siguiente pregunta y la posición que tenemos ante esta:
¿Qué expectativa tenemos como iglesia? ¿Es en verdad nuestro deseo que como está escrito en 2 Corintios 13:14, se cumpla y que la gracia de Jesucristo inunde a todas las naciones, es decir, que todas ellas puedan también recibir el regalo inmerecido otorgado gracias a su sacrificio en la cruz, que hoy nos hace merecedores del perdón y la salvación? ¿Es realmente nuestro anhelo que el amor del Padre les sea revelado a cada persona cómo nunca antes y que estas puedan ser transformadas? Y, finalmente: ¿hemos orado para que el Espíritu Santo sea tan real en nuestras vidas, como la persona que Él es, que podamos decir como Kathryn Kuhlman: “El Espíritu Santo es tan real para mí, como cualquier otro ser humano”?.
La gente trata de esforzarse por intentar agradar a Dios, sin embargo, solo será al reconocer que es gracias a que Jesús dio su vida para pagar nuestras deudas y así podernos acercar al Padre.
Cuando en verdad anhelemos al Espíritu Santo no lo limitaremos, sino que le dejaremos ser a Él el líder dejándolo obrar como Él desee y allí Dios manifestar cosas que hasta ahora no nos hemos podido siquiera imaginar.
Citas bíblicas:
2 Corintios 13:11,14
Juan 3:16
Mateo 22:37
Juan 3:16
Lucas 10:22