El Padre dice hoy, ninguna arma formada contra ti prosperará.
Cuando el enemigo venga, conoce que mi plenitud está en su lugar para rodearte con mi seguridad.
No estás en riesgo. No estás enfrentando esto solo. Yo estoy contigo y nunca te dejaré ni te desampararé. Yo soy el Mayor, y Yo estoy en ti tanto para el querer como para el hacer mi buena voluntad. Mi buen placer es para darte el reino; no para darte un virus.
Mi palabra es tan verdadera hoy como lo será mañana. No hay nada acerca de lo que sucede a tu alrededor que me tome por sorpresa. Yo soy el Dios que está bien capacitado. Yo no me estoy retorciendo las manos, preguntándome cómo voy a superar los desafíos a los que te enfrentas. Toma un respiro. Respira de mi paz y exhala todo el estrés y la preocupación. Deja ir el miedo y echa mano de la fe.
Ahora es el momento de gastar tu fe. Ahora es el momento de
aprovechar las reservas de tu confianza en mi palabra.
Sí, tienes un enemigo. Sí, estás en su radar. No, no es posible que sus propósitos o planes ganen al final. Confía en mi palabra. Medita en ella día y noche. Escucha y pon atención al testimonio de las Escrituras y el testimonio de mi Espíritu. Mi palabra Logos y mi Rhema te ayudarán. Escucha mi voz. Mis palabras retumban en tí por la noche y te susurran mis propósitos incluso, durante el día. Yo soy esa voz que habla por encima de tu hombro, diciendo: Este es el camino, anda en él. Muévete en esa dirección sin mirar hacia la derecha o hacia la izquierda. Tú no serás decepcionado.
Russell Walden
Confía en mi Palabra

Comentarios Facebook