Tómate 30 minutos diarios, a la misma hora, para orar e interceder declarando la victoria de Cristo sobre cualquier necesidad o adversidad personal, nacional y mundial.
2 Corintios 4:16-18 (RVR1960) Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. 17 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; 18 no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
PADRE: Gracias por tu fidelidad, es por ella que nunca nos damos por vencidos. Nuestras dificultades son pequeñas comparadas con tu gloria, que es infinitamente más poderosa que estas. Aun si nuestro cuerpo estuviese enfermo, nuestro espíritu se renovaría cada día para recibir la provisión de salud que tienes para nosotros. Sal.107.19-20.
SEÑOR JESÚS: No bajamos la guardia, no vemos las circunstancias como imposibles, subimos nuestra mirada para fijarla en ti, creyendo que nos librarás de todos los problemas que enfrentamos. Tu redención es completa, el pago por nuestra liberación fue total. Tu Palabra es vida y medicina, y tus promesas son en Cristo sí.
1 Juan 5:4-5 Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. 5 ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
1 Juan 5:14-15 Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. 15 Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.
PADRE: Te presentamos cada una de nuestras peticiones con la seguridad de que serán respondidas. ¡Muchas gracias!