Ora por México y el mundo

Ora por México y el mundo

Gracias Padre porque el enemigo, el engañador, el que anda como león rugiente, ahora en forma de Coronavirus, será sorprendido cuando se de cuenta que viene una embestida fuerte en su contra ya que tu Palabra promete que: ¡Tú derramarás de tu Espíritu sobre toda carne y nuestros hijos y nuestras hijas profetizarán y nuestros jóvenes verán visiones y nuestros ancianos soñaran sueños y de cierto sobre tus siervos y siervas derramaras de tu Espíritu y profetizaremos y darás prodigios arriba en el cielo y señales abajo en la tierra!

Dios nuestro, te pido que concedas a tu Iglesia, ver este avivamiento prometido; en el que toda carne pueda experimentar la llenura del Espíritu Santo, del norte, al sur, del este al oeste, sin límites. Pero antes, trae convicción de pecado, para que haya un arrepentimiento genuino en el corazón de cada persona y su vida de un giro de 180 grados y sus frutos, comportamientos y acciones, confirmen que es una persona que está siendo guiada por tu Espíritu Santo. Que podamos ver a las multitudes alabando y bendiciendo tu nombre y a las autoridades y gobiernos de la tierra, doblando sus rodillas ante tu majestad, poder y autoridad. Y todas aquellas personas, que no quieran someterse a tu señorío, te pido que les des una oportunidad más para que se les prediquen las Buenas Nuevas y se arrepientan y vengan y se postren ante el estrado de tus pies a recibir salvación eterna.

Señor, declaramos que ese Coronavirus ya está seco, destruido, desactivado y su poder contagiante y de muerte, ya han sido eliminados. Y en el nombre de Jesús, atamos, reprendemos y mandamos a lo más profundo del abismo, a todo espíritu inmundo que esté usando virus o bacterias u otros mecanismos, para engañar y matar a personas y les ordenamos que no regresen jamás.

Clamamos por este avivamiento que tú prometiste y que es para estos tiempos, especialmente, te pedimos por los jóvenes, queremos verlos profetizar, que nos compartan las visiones que tú les estás dando, que se levanten como poderosos guerreros listos para ir al frente de batalla. Y a nosotros, los de más días, soñamos con verte cara a cara, contemplar tus promesas hechas realidad y profetizamos que ¡Cristo viene pronto! Que la Iglesia se unirá como nunca y hará la diferencia frente a naciones vacilantes, llenas de incertidumbre, desconcierto y temor. Pero nosotros, tu Iglesia, nos regocijamos en ti, en tu amor, misericordia, provisión, protección y prudencia; ¡y perseveraremos para que se abran las ventanas y las compuertas del cielo y pueda llover la unción, el poder y la plenitud del Espíritu Santo, sobre nosotros, México y todas las naciones del mundo!

Gracias Padre, en el nombre de tu amado Hijo Jesús. ¡Amén!

Ing. Ernesto Silva.

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