ómate 30 minutos diarios, a la misma hora, para orar e interceder declarando la victoria de Cristo sobre cualquier necesidad o adversidad personal, nacional y mundial.
2 Corintios 10:3-5 Pues, aunque andamos en la carne, no militamos según la carne;
4 porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.
PADRE: Equípame como un ministr@ eficaz, como un soldad@ espiritual. Me has enviado a predicar el evangelio y hacer discípulos. Mc. 16.15-18. Cómo soy la justicia de Dios en Cristo Jesús, hago valer el triunfo de mi Señor sobre mi vida y sobre las almas de los territorios espirituales donde me has colocado.
SEÑOR JESÚS: Luchamos con tus armas espirituales que son las más poderosas, con las que derribamos las fortalezas que se oponen a ti y a nosotros como la pandemia del Covid19 y el temor. Declaramos que cae todo espíritu de engaño que tiene cautivas y cegadas a las almas a nuestro alrededor; para que les resplandezca la luz del evangelio.
EN TU NOMBRE: Ordeno a la mentira, la ignorancia, el engaño y la duda, que caigan de la mente y el corazón de mis familiares y prójimo cercano cuando les hable de Cristo y su Palabra. ¡En el nombre de Jesús ato todo espíritu de oscuridad, temor, enfermedad y pobreza; los declaro inmovilizados y echados fuera de la vida de ellos!
Destruimos toda arrogancia que le impide a la gente reconocer su necesidad del Salvador. En el Nombre de Jesús voy en contra de los pensamientos rebeldes y obstinados de la idolatría y la brujería, que se oponen a Dios; los confundimos y arrancamos, en el Nombre de Jesús. Declaramos que las personas a quienes les prediquemos el evangelio lo recibirán, lo creerán y lo obedecerán. ¡En Cristo Jesús! Y señales sobrenaturales seguirán a los creen…
DECLARA EN VOZ ALTA SOBRE TUS FAMILIARES Y CONOCIDOS:
Despiértate, tú que duermes y levántate de los muertos y te alumbrará Cristo. Ef. 5:13