El Padre dice hoy: haz que tu prioridad sea buscar el rostro de Dios antes de buscar el rostro del hombre. La proximidad a mi trono es lo que determina la magnitud del destino cumplido y no otra cosa. Mi presencia y tu entrega a mi voz traen gracia redentora a tu vida que el hombre nunca puede producir. Nunca permitas que la huella del hombre caiga en el santuario interior de tu espíritu humano, donde solo habita mi presencia. Nunca permitas que la mano del hombre sostenga el arca de mi gloria cuando te llevo de la tienda al tabernáculo, de las visitas ocasionales a la morada y habitación permanente. La sangre derramada de la cruz nunca tuvo la intención de generar cultura o infraestructura religiosa. Lo que Yo estoy haciendo dentro de tí no está hecho con manos humanas; tampoco puede ser derrocado por las ideas de los hombres o el pensamiento de los hombres.
Adopta una mentalidad interior de Dios este día, dice el Padre. Mi reino está dentro de tí. El reino que no está en tí no es el reino. Yo estoy en tí más de lo que Yo estoy en un plan, o un propósito percibido por el hombre o cualquier otra cosa. Yo no estoy enamorado de un plan, y no morí por un plan. Yo morí para poder establecer residencia en el corazón humano; en tu corazón. Allí permaneceré y me mostraré poderoso. Déjame ser tu dependencia este día y tu búsqueda por encima de todo. Cualquier otra dependencia, cada dependencia externa de otra persona que no sea Yo dentro de tí, no es más que idolatría. ¿Mirarás a los montes, de dónde viene tu ayuda? No, tu ayuda viene de quien Yo soy en toda mi gloria, descansando dentro de tí y atrayendo a todos tus enemigos al infierno y estableciéndote mientras establezco mi palabra, de aquí en adelante para siempre.
-Russel Walden