Ahora que cuidas tu salud, pasemos a las finanzas. El enemigo ha llegado a tus fronteras para robarte, y no solo unos centavos, él lo quiere todo. Él está en contra tuya, en contra de tu felicidad, en contra de tu capacidad de dar a los demás, y en contra de tu capacidad de vivir la vida abundante que Jesús te proporcionó por medio de su muerte. Está especialmente ansioso por irrumpir durante una crisis, cuando tu fe puede ser desafiada.
¿Qué haces para evitar que ladrones en lo natural roben tus bienes?: Cierras tus puertas, puedes tener una alarma de automóvil, proteges tu número de PIN de tu tarjeta de débito. Tomas todas las medidas para mantener a los ladrones lejos. Necesitas hacer lo mismo en el reino espiritual. Te presento algunas de las formas de protegerte de todo ladrón financiero:
1. Diezmo. Este es complicado y a la vez simple. Sin diezmar, no hay nada protección, incluso en una crisis. ¿Por qué crees que el diablo ha trabajado horas extras para mantener a la gente convencida de que es innecesario hacerlo? No dejes al descubierto tus finanzas ¡Diezma!
2. Dando. ¿Cómo es que dar protege tu dinero? ¡Fácil! Te mantiene en línea con la Palabra de Dios (la obediencia es un gran fortaleza), te impide amar el dinero y te mantiene en un flujo continuo de siembra y cosecha. Con tus muros resguardados.
3. Mantente fuera de la deuda. Aquí es donde se pone interesante. Pero, ¡lo necesitas ahora, lo quieres ahora, y por cierto, con cero interés por 90 días! ¡Buenísimo! ¡No! No es genial, es una trampa. Cuando pides dinero prestado, estás entrando en un pacto con un prestamista, un prestamista que de repente tiene la autoridad de hacer grietas en los muros que rodean tus finanzas. Lo mejor es mantenerse alejado de esa tentación.
4. Habla palabras correctas. ¿Pareciera que no puedes salir adelante financieramente? ¿Estás enfrentando una crisis financiera? ¿Cómo podemos decir esto delicadamente? Necesitas cuidar tu boca. Sí. Ese esa es tu entrada. Mantener tus palabras alineadas con la Palabra de Dios, es la manera de prosperar. Continúa diciéndole al mundo o a tí mismo que nunca avanzarás o que no tienes dinero, ¿y adivina qué? Eso es precisamente lo que obtendrás.
Y una cosa más:
5. ¡Reprende al enemigo! Dile que quite sus sucias manos de todo lo que te pertenece y es tuyo. Sigue todos estos consejos, incluso si no crees estar en un momento para hacerlo. No pasará mucho tiempo antes de que las fronteras alrededor de tu dinero sean impenetrables y verás un aumento como nunca antes, incluso durante una crisis.
-Keneth Copeland