Refuerza las fronteras alrededor de tu matrimonio

Refuerza las fronteras alrededor de tu matrimonio

Tu matrimonio es un tesoro.

Representa a Cristo y la Iglesia. Es un regalo de Dios. Y desea que todos los matrimonios permanezcan juntos. Una familia fuerte e intacta es una bendición y un testigo del mundo. ¡Y por muchas otras razones, te mantiene feliz y saludable!

Durante la crisis, puede haber tensión en tus relaciones. Por lo tanto, trabaja para refuerza las fronteras alrededor de tu matrimonio. Valdrá la pena cada esfuerzo. Aquí hay algunas cosas que puedes hacer para mantener al enemigo fuera de tu matrimonio:

1. Mantente alejado de los conflictos, pase lo que pase. No siempre tienes razón, e incluso cuando la tienes, no vale la pena luchar por eso. Comparte tus sentimientos, pero no dejes que la ira o el orgullo te dominen.

2. Pon a tu cónyuge primero. Es fácil pensar en tí y en tus necesidades, pero al enfocarte en tu cónyuge y sus necesidades, fomentarás el tipo de relación con la que la mayoría de las personas solo sueña. Además, ¡inspirarás a tu cónyuge a querer satisfacer tus necesidades aún más!

3. Dejar y partir. Cuando te casas, te unes a tu cónyuge, que ahora toma la posición principal sobre tu familia extendida. Asegúrate de que tu cónyuge siempre sea lo primero y que hayas honrado la orden del Señor de dejar tu casa y partir.

4. Protégete contra intrusos. Si el enemigo no puede entrar solo, intentará enviar refuerzos en el camino de las tentaciones del sexo opuesto. Protégete a tí mismo y a tu matrimonio decidiendo no pasar tiempo a solas con el sexo opuesto que no sea tu cónyuge. Si alguien se convierte en una amenaza para tu matrimonio, pon fin a esa relación.

5. Toma tu lugar de autoridad y ora por tu familia, por tu esposo(a), por tus hijos. Hay un ataque extremo del enemigo contra la familia y tienes que hacer tu trabajo, de defenderla y echarlo fuera.  

6. No seas un oidor, sino un hacedor de la palabra. Si eres solamente un oidor, el enemigo encontrará huecos por donde meterse y perjudicar y aun, destruir a tu familia. No camines en temor, porque caminar en temor no es ser un hacedor. Conoce la palabra y practícala. 

Filipenses 4:8-9. “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros”.

-Keneth Copeland 

Comentarios Facebook