El Padre dice hoy, este no es un momento para desanimarse, sino un momento para actuar. El enemigo quiere que te escondas con miedo, pero Yo te digo que este es tu día de liberación. Este es el día de mi favor sobre ti para llevarte a tu lugar de bendición. Yo haré que incluso tus enemigos se conduzcan de modo que, contra su propia naturaleza, traigan gloria a mi nombre en tu vida en medio del caos. No mires y no te distraigas con lo que el enemigo está haciendo y planeando. Este es un día en tu caminar conmigo en que Yo me estoy dando a conocer con un nuevo nombre y una comprensión más profunda porque tengo el control y decido qué sucederá después en tu situación y no el enemigo que amenaza.
Elije hoy descansar en el pacto y no huir cuando ninguno te persigue. Yo te he dado tu lugar de bendición, y Yo te he establecido en la tierra, y no tengo otro plan que no sea la continuación de mis tratos fieles en los que no te decepcionarás ni llegarás al fracaso. Yo he escuchado tu llanto. Yo estoy respondiendo a tus gemidos en la noche. Tus cargas ahora están siendo levantadas, y ahora Yo te libero de tu esclavitud. Dile al enemigo “adiós” porque ya no verás más su rostro, dice el Padre, porque Yo te he tomado como mi pueblo, y Yo soy tu Dios, y ese gran hecho y nada más determina lo que sucederá después en tu vida.