El Padre dice hoy: Yo te estoy prosperando EN LA batalla, no FUERA de la batalla. Yo soy el Señor de los ejércitos, dice el Padre, y el capitán de los ejércitos del cielo. Yo siempre te trasladaré al territorio enemigo porque allí es donde está el botín del triunfo, y allí es donde tu trabajo dará sus frutos en la efusión de gloria y superación que me has pedido. Pusiste tu fe allí, y tomaste territorio y alzaste la bandera de tu testimonio en el terreno que Yo te di. Ese es solo el comienzo de la conquista a la que Yo te he llamado, dice el Padre. Hay gigantes por ahí que no se acostarán y se harán los muertos solo porque apareces. Amenazarán, y vendrán contra tí, incluso los de tu propia casa pueden señalar con el dedo a la acusación porque no te ven a través del filtro de la sangre derramada del Calvario. No te desanimes. Este es tiempo de crecimiento. Incluso cuando crees que has llegado, todavía se necesita capacitación y posicionamiento con los que debes cooperar si vas a tener todo lo que Yo te he prometido.
Háblale a tu corazón, “corre a la batalla …” Dí a tus miedos que sean desterrados de tu mente porque mi promesa es que siempre triunfarás y siempre prevalecerás. Prevalece el aliento que respiras cuando otros corren y se esconden porque no tienen el espíritu de victoria que Yo he colocado dentro de tí. Incluso cuando eras un niño pequeño, existía esa inquietud en tí para avanzar y lograrlo. Hay una santa ambición que arde en lo profundo de tu alma, y mi mano la pone allí para sostenerte cuando llega el desánimo y mantenerte firme cuando todos los demás se levantan y corren porque solo quieren la bendición y nada del conflicto que conduce al dominio completo. Eres un hijo de la conquista, ¡y Yo he puesto en tí el espíritu de la conquista que no se apagará hasta que tengas el pie en el cuello del enemigo, y tomes tu lugar en la mesa extendida para tí en presencia de tus enemigos!.
-Russel Walden