El Padre dice hoy, Yo estoy caminando entre los candeleros de mi iglesia en la tierra. Llegan reinos y caen imperios. Los gobernantes de los hombres tiemblan en sus camas, pero tú estás a salvo de toda alarma bajo mi abrazo protector. No temas a las cosas que ves venir sobre la tierra, dice el Padre. Considera al gorrión que es tan minúsculo en el esquema más amplio de las cosas, pero ninguno de ellos cae al suelo sin que Yo me dé cuenta. Yo veo tu necesidad y escucho tu clamor. Aunque todo el mundo cae en polvo y cenizas, porque tú me perteneces, quedarás en pie con tu testimonio intacto y el camino que tienes por delante se hará evidente y claro.
Independientemente de lo que esté sucediendo a tu alrededor, no tengas cuidado, pero en todo da gracias porque al final del día, te acostarás y tu sueño será dulce porque Yo te estoy cubriendo y nutriendo con mi bondad. ¿Cuánto tiempo escucharás a los detractores y a aquellos que solo conocen la alarma y el pánico? Miran y murmuran y declaran sus dichos oscuros y visiones premonitorias, pero ¿no soy Yo el agua de la Roca y el Maná todas las mañanas? ¿Qué puede hacerte el hombre? ¿Qué podría contener mañana que cambiaría una línea de mis promesas? Mantente fiel, dice el Padre, y quédate en el lugar de paz porque Yo estoy contigo y nunca te dejaré ni te desampararé de ninguna manera.