Yo soy una fuente interminable de agua viva, y anhelo verterme en cada área seca, agrietada y rota de tu vida. ¿Me sientes ahora, alcanzando tu dolor con mi amor sanador? Escucha, y oirás mi río corriendo a través de ti mientras lava los escombros de confusión y desilusión, limpiando los restos secos y polvorientos de decepción para que puedas ver claramente la alegría que Yo te tengo reservada.
Ningún trauma es demasiado grande para el poder de mi amor. Los agujeros más grandes, las áreas de tu vida que se sienten solas y vacías, se convierten en aberturas en las que Yo me puedo verter cuando me invitas. Invítame y vendré. Yo te llenaré de mí mismo, convertiré el duelo en alegría, reemplazaré la pesadez con esperanza y hasta que la tierra de tu corazón brille de las cenizas de la belleza. Bebe profundamente de mi amor y te transformará: mente, cuerpo y alma. Pon tus ojos en mí hoy y ofréceme tu dolor de una vez por todas. Nada en mis aguas curativas y deja que las corrientes de mi amor te lleven a la plenitud.
-Brian Simmons y Gretchen Rodríguez
“En los días de sequedad del desierto, abrió la poderosa roca y las aguas fluyeron como un río ante sus propios ojos. Les dio todo lo que querían beber de sus fuentes vivas”.
Salmo 78. 15-16. TPT