No necesitas tropezar hoy, tropezando con cada obstáculo de duda y frustración. Toma mi mano. Déjame guiarte por los caminos del amor. Yo ya he pagado el precio máximo para estar contigo, no solo para tenerte a mi lado, sino para llevarte a mi lado herido, para que podamos ser uno. No solo caminas a mi lado, caminas dentro de mí. Vives, te mueves y tienes tu propio ser dentro de la realidad de mi existencia.
En mi presencia hay plenitud de gozo, gozo que no depende de tus circunstancias, gozo que hace que tu corazón cante, incluso en tiempos de dificultad, gozo que es más profundo que el sufrimiento. Cada oposición es una oportunidad para que crezcas en fe, paciencia y carácter. Es aprender a disfrutar la libertad de las expectativas llenas de fe. Es una oportunidad de confiar en mí que Yo soy para ti lo que tú no puedes ser para ti. Permite que mi presencia, no tu avance, sea tu objetivo final, y tu perspectiva cambiará. Ven. Vive por encima del caos. Mira, desde mi punto de vista, la belleza de tu viaje.
-Brian Simmons y Gretchen Rodríguez
“Vemos nuestros problemas leves y de corta duración a la luz de la eternidad. Vemos nuestras dificultades como la sustancia que nos produce una gloria eterna y de peso mucho más allá de toda comparación, porque no enfocamos nuestra atención en lo que se ve sino en lo que no se ve. Porque lo que se ve es temporal, pero el reino invisible es eterno. 2 Corintios 4. 17-18”. TPT