Entra en mi paz

Entra en mi paz

El Padre dice hoy: Yo soy tu justicia. Cuando te miro, dice el Padre, veo al Cordero inmolado desde la fundación del mundo. Esa es la base de cada oración contestada y bendición en tu vida. Cuando te miro, veo la sangre en el marco de la puerta de tu corazón, y paso por encima de ti para protegerte y sacarte de tu cautiverio. Yo me muevo en tu vida, no en función de quién eres o de lo que has hecho por mí. Yo me muevo en tu vida en función de quién Yo soy y de lo que hice por ti en la cruz hace años. Cuando vengas ante mí en oración, date cuenta de que la cruz es suficiente. Dar tu cuerpo para ser quemado o hacer algún sacrificio religioso no me impulsa a actuar en tu vida de ninguna manera. Estás calificado para todo lo mejor del cielo por lo que Yo he hecho y estoy haciendo en ti y no por ninguna otra cosa.

Acepta hoy tu lugar ante mí, dice el Padre. Recibe el hecho de la obra terminada del Calvario. Deja a un lado todo esfuerzo humano para llamar mi atención y conoce que Yo te he puesto como la pupila de mi ojo. Yo veo tu angustia y tendré piedad en tu momento de necesidad. Ven ante mí expectante y espera pacientemente lo que Yo estoy provocando. Comunícate con tu propio corazón en tu cama y dile a tu pequeña mente ocupada: “Quédate quieto y conoce …” Hay quienes te rodean llenos de pesimismo, pero esa no es tu porción. El sarcasmo es la última defensa de la mente carnal. Deja que el cinismo y el sarcasmo sean desplazados por la alegría de tu corazón y la luz de mi rostro. Ha llegado tu momento de celebración. Tu grano y tu vino aumentan. Entra en mi paz; incluso la paz de alguien cuya guerra ha sido eliminada por la cruz; entonces te acostarás en tranquilidad y dormirás el sueño de un bebé, seguro en mis brazos.

-Russel Walden

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