Son tantos los beneficios que podemos recibir gracias al favor de Dios que opera sobre nuestras vidas, que Luis Marroquín nos enlistó cómo es que incluso, pueden cubrir todas las áreas de nuestras vidas así como suplir todas y cada una de nuestras necesidades; ya sea en el ámbito familiar, laboral y/o personal.
El favor de Dios se crece para con Dios y para con los hombres, en la medida en que mantenemos una relación personal e íntima con Dios. Cuanto más conoces a tu Padre celestial, ese favor que el Señor deposita sobre tu vida de manera vertical, se manifiestará de forma horizontal hacia con los hombres. Este te distinguirá entre todos, las puertas se te abrirán, hará que lo difícil sea fácil, porque no solo se reflejará en ti, sino que te rodeará como un escudo.