Te escuche la primera vez

Te escuche la primera vez

El Padre dice hoy, te escuché la primera vez. Has preguntado, y has preguntado, y no me importa que lo preguntes, pero Yo pensé en hacerte saber que Yo lamí el sello y envié la respuesta antes de que esa oración escapara de tus labios. Cuando estás en problemas, mi oído está atento a tu clamor. Entiende lo que Yo haré y lo que no haré. Cuando estás angustiado, Yo no me detengo a reflexionar sobre si actuaré o no en tu nombre; simplemente actúo con motivo de tu oración llena de fe. Date cuenta de que quien te toca, toca la niña; la pupila de mi ojo, dice Dios. ¿Qué significa eso? Eso significa que Yo tengo una respuesta automática para protegerte y defenderte de la misma manera que tú actúas por reflejo para proteger tu ojo si alguien te pincha. Eso no es lo que siempre te han enseñado en el pasado, pero debes saber que Yo estoy cerca, y estoy actuando y moviéndome para sacarte de peligro y ponerte en una posición de inaccesibilidad del enemigo donde será incapaz incluso de tocarte de ninguna manera.

Confía en mí, entonces, dice el Padre. Confía en mí y déjame tomarlo desde aquí. Toma una decisión determinada para no preocuparte con nada, incluso bajo la máxima presión. Cuando surjan las circunstancias de la vida y se acumulen los problemas, que tu respuesta sea siempre el agradecimiento de saber que Yo estoy aquí para actuar en tu defensa. Yo te preservaré, defenderé y proveeré para ti y eso desde el principio. Rehúsa preocuparte y rehúsa ventilar el problema. En cambio, deja salir las alabanzas. ¿Quejas? Nunca más. ¿Autocompasión? No le dejes espacio. ¿Incredulidad? Has llegado demasiado lejos para eso. Mis consejos están contigo. Mi benignidad te está rastreando. Mi favor te rodea como un escudo para protegerte de cada asalto del enemigo. Esta es tu porción de mi mano hoy, dice Dios, y tu justicia viene de mi.

-Russel Walden

Comentarios Facebook