El Padre dice hoy: Mi oído está atento al clamor de tu corazón en este día. Yo veo tu sinceridad. Yo sé la necesidad, y mi mano se está moviendo en este mismo momento para romper cada asalto del infierno contra ti. Te has preguntado si estás orando bien y si tus oraciones están enmarcadas correctamente para que Yo pueda escuchar y responder. Escucha, amado; Yo no tengo ningún obstáculo que deba superar ni ningún protocolo religioso complejo que deba seguir para obtener una respuesta. Eso no es lo que te han enseñado en el pasado, pero sé complaciente con tu Padre y escucha mi voz. Solo corre hacia mí. Corre hacia mí y sube a mi regazo. Echa los brazos de tu expectativa alrededor de mi cuello, porque Yo no te negaré los deseos de tu corazón. La sentencia de vida ha salido de mi presencia, y Yo estoy trayendo equidad y justicia desde mi trono a la situación que estás enfrentando.
Disponte a sostener tu corazón para que pueda probarlo y conocer tu sencillez y tu fe en medio de la tormenta. Yo no soy un Dios lejano. Yo estoy tan cerca de ti como tus manos y tus pies. Mi Espíritu reside en el aliento de tus narices, y mi corazón resuena con tus peticiones y tus declaraciones llenas de fe. Yo te he visitado y te he traído al lugar de permanencia que YO SOY dentro de ti. Este día y todos los días de tu despertar, Yo te mantengo a salvo del destructor, y establezco tus caminos para que tus pasos no falten. Yo te he llamado, y hoy te he escuchado. Yo me remango y expongo mi fuerte brazo derecho para aplastar al adversario y sacarte a tierra firme con un testimonio de mi fidelidad en medio de la oposición que se levanta contra ti.
-Russel Walden
