El Padre dice hoy, aprende a presionar. Enfréntate a la resistencia del enemigo con la firme determinación de superar y derrotar todas las estrategias del infierno en tu contra. El enemigo cederá cuando lo confrontes con la audacia de tu fe y la profundidad de tu confianza en mi palabra. Cuando vengan las dificultades, ancla tu sentido de tí mismo en la paz de mi persona, porque Yo soy su paz y derribaré todos los muros levantados contra ti para mantenerlos atrás o mantenerlos atados. Mantén tu confianza, no en ti mismo o en el brazo de la carne, sino en el pacto que se hizo en tu nombre en el Calvario, y entonces verás la aflicción de tu alma y estarás satisfecho.
Deja que tu boca alabe. Deja que tu corazón cante mis alabanzas. La alabanza es agradable cuando hay calor en la prueba. Cuando me alabas a pesar de las dificultades, me estás incluyendo en la situación. Estás aprendiendo a moverte con el espíritu opuesto al que está en tu contra en tu situación. Tus alabanzas son flechas al corazón del enemigo. Tus reconocimientos de mi bondad en la tierra de los vivientes son señales de liberación para los ángeles que se acercan a tu posición para fortalecerte y guerrear en tu nombre. Alábame y luego alábame nuevamente. Asciende en adoración y desciende en la guerra, y no te sentirás abrumado ni derrotado de ninguna manera. Yo estoy contigo y nunca te dejaré ni te desampararé, porque Yo te he puesto como la pupila de mi ojo. Yo te defenderé y te preservaré y te llevaré a tu lugar de bendición intacto y a tiempo, y eso desde el principio, dice el Padre.