El Padre dice hoy, el velo se rasgó y se abrió el camino hacia el Lugar Santo. Yo te digo que este día vengas valientemente a mi presencia. Ya no estás limitado a la mera sombra de lo que vendrá, porque Yo te he hecho un lugar aquí en la mesa de mi sustancia. Recibe hoy mi sustancia. Come hasta saciarte y siéntete satisfecho con todo lo que el Calvario te ofrece. No hay nada espiritual en retener o sufrir cuando se pagó el precio hace 2,000 años para que lo recibas y te regocijes. Yo te estoy sacando en este día del drenaje cíclico del esfuerzo religioso hacia los beneficios de la obra terminada de la Cruz. En la Cruz, toda la suficiencia para la oración contestada se encuentra en el ejercicio de tu fe, así que recibe todo por lo que mi Hijo murió para proporcionarte incluso este día. Recibe con alegría y recibe sin costo y sin precio, porque es mi deleite darte el reino.
Hay un cuerpo en la tierra, dice el Padre, que refleja mi propósito del que Yo soy la cabeza. Toma tu lugar en mis propósitos extendidos. No eres una vida aleatoria vivida separada o aislada de los demás. Yo soy el Dios que hace habitar a los solitarios en familias, y en mi familia hay un despliegue para ti y una función que debes cumplir. Cuando seas rechazado o apartado por mentalidades religiosas, no te sientas ofendido ni herido de ninguna manera. Sigue peregrinando, porque hay un pueblo en el que Yo te estableceré en medio del cual serás capacitado y perfeccionado para ser un vaso de honor y no de deshonra. Yo te he llamado y te he ungido. Hay una parte del ministerio en tu vida, y esta es la temporada y el tiempo para que se cumpla el destino y se vea mi gloria en tu tierra. Extiende tu mano con fe. Olvida el pasado. Deja ir las cosas pasadas porque el maná de ayer siempre engendra gusanos. Recibe hoy el pan recién horneado de mis propósitos para ti, y todo irá bien, y tus necesidades serán satisfechas a medida que tomes tu posición entre las filas de los fieles en mi reino.
-RW