El Padre dice hoy, acércate a mi fuente de misericordia que está fluyendo este día para bendecirte y refrescarte. Yo soy el Dios que creó gozo en mí mismo para poder colmarte de celebración y confianza cuando volteo mi semblante hacia ti y te miro. Yo volví mi rostro del único Amado en la Cruz hace 2,000 años para poder mirarte hoy completamente, lavado del pecado y hecho elegible para recibir todo lo bueno que es tuyo en la redención. Yo no estoy exasperado contigo, y no te estoy frunciendo el ceño, porque la Cruz ha hecho su trabajo en tu vida; por tanto, en este día, eres aceptado en el Amado, santo y sin mancha desde antes de la fundación del mundo. Mi mano está sobre las naciones, dice Dios, mientras mi pueblo canta y clama mis alabanzas, traeré la verdadera justicia para que exhales un suspiro de alivio y te regocijes por mi bondad manifestada en tus fronteras. Aun así, Yo soy el Pastor de las naciones y el Pastor de tu alma, cuidándote y supliéndote en cada necesidad que tienes y en cada clamor de tu corazón. Entra en este día, dice el Padre, porque ha llegado el tiempo de mi cosecha. El grano está en la espiga para traer misericordia a los que muestran misericordia y mi bondad a los que miran a mí y no al hombre para sus respuestas. El banquete está listo y tu lugar a la mesa se confirma cuando mis bendiciones caen sobre ti este día y continúan llegando hasta que se resuelvan todas las dificultades en tu vida, y tu afirmación de mi fidelidad se establezca incluso en medio de tus enemigos. RW
Mi fuente de misericordia

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