El Padre dice hoy, Yo no te he dejado en la repisa para que acumules polvo y te vayas a la basura. Más bien, Yo he guardado lo mejor para el final. Así como en el banquete de bodas con el milagro del agua convertida en vino, se declaró que lo mejor se guardaba para el final. Incluso cuando me has servido fielmente en años pasados y ahora has sentido la autonomía de un sentido de plenitud, no has terminado la carrera que se te presenta. Aún no amado. Hay más por hacer y aún quedan días y años de la porción del ministerio por delante. Entonces, quítate el polvo y prepárate.
Yo he guardado lo mejor para el final en tu caso. Yo te he llamado en esta misma hora con un propósito y un gran destino. Lo que se ha logrado en el pasado ha sido ordenado, sí, y cumplido, sí, pero tu destino aún no está completo. Viene una temporada de “campos blancos para la siega”, y un gran derramamiento de mi Espíritu. Los planes que Yo tengo para ti aún no se han cumplido. Los planes que Yo tengo te llevarán al resultado esperado mientras te pones a caminar por el sendero estrecho. Tu temporada de milagros y grandes obras está ante ti. Recibe este día la gracia fortalecedora para el camino, dice el Padre.