El Padre dice hoy, el evangelio es la buena noticia, no la mala noticia. Deja que las buenas promesas de mi palabra saturen tu mente y llenen cada rincón de tu corazón en todo momento. Recuerda que lo que entra en tu corazón y sale de tu boca establece el preámbulo de lo que sucederá a continuación. Nunca hables negatividad. Nunca des rienda suelta al sarcasmo o al pesimismo. Que tu boca sea una dulce fuente de justicia, paz y gozo. Esto es lo que desata que mi reino entre en tu vida y en la vida de quienes te rodean. Eres un rey y un sacerdote y en la palabra de un rey está el poder. Aprovecha tus palabras y llénalas de fe, luego suéltalas como tiro y cañon contra todo el poder del enemigo.
Amado, la historia en tu corazón impulsa las experiencias de tu vida. Llega a la conclusión de que la narración dominante en tu vida se convierte en el predictor de lo que sucede en tu futuro. Acepta la positividad de mi palabra en todo momento. Rechaza a los traficantes del miedo y los buscadores de conspiraciones. Son los ciegos guiando a los ciegos y sus palabras son como un veneno que una vez que entró en tu corazón tendrá un impacto duradero que no será de tu agrado. Determina en tu corazón que todo aquello que sea puro, justo, pacífico y de buen nombre será lo que llenes tu mente. Al hacerlo, estableces tu propia temporada para los próximos días y no te sentirás decepcionado.
Desata mi Reino
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