El Padre dice hoy, del templo de los hombres no quedará piedra sobre piedra en el día de mi poder. Los templos de la religión brillarán, pero no son más que vanidad. Los templos del culto a uno mismo serán derribados como Sansón derribó el templo de los paganos en el día de su celebración por mi pueblo. El templo, esto digo, el templo de los políticos donde incluso mi pueblo ha adorado, limpiándose la boca y diciendo que no han hecho nada malo, incluso ese templo será reducido al polvo para que mi pueblo pueda mirar hacia arriba y ver su la salvación está en mí. Cuando todos los sistemas de los hombres lleguen al fracaso y al desastre total, Yo he ordenado que tú entre mi pueblo quedes en pie y las naciones vendrán con el corazón abierto y las manos vacías diciendo: “¡Llévanos con tu líder!” El gobierno está sobre mis hombros, dice Dios, y el aumento de mi reino y mi justicia no tendrán fin. Tus puertas, oh, pueblo de Dios, estarán siempre abiertas para que las naciones de la tierra fluyan hacia ella poniendo sus tesoros a tus pies mientras Yo te exalto y exalto a mi pueblo a un lugar sin precedentes de crecimiento, elevación y promoción. La víbora, el cormorán y la araña ya no se encontrarán en mi ciudad porque Yo buscaré a mi pueblo con la vela de mi Espíritu para limpiarte y purificarte hasta que seas como bronce bruñido y como oro fundido en la fragua sacado como una gloria viva a mi nombre para que el mundo vea mi poder y testifique y sepa que hay un Dios en los cielos y un pueblo en la tierra, sí, llamado por mi nombre.
-RW