Te pedimos sanidad y declaramos que tienes el poder para sanar los cuerpos enfermos, cuando confesamos nuestras ofensas. Te pedimos que perdones nuestros pecados, que quites toda enfermedad de nuestros cuerpos. Toda puerta que ha sido cerrada a causa de las ofensas entre hermanos sea abierta, en las finanzas, en la salud. La oración del justo puede mucho.
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