Cuando dos nos ponemos de acuerdo en lo que pedimos, conforme a su palabra, Dios responde. Oramos por la personas que están temerosas por el la enfermedad que asedia a la humanidad. Atamos, reprendemos y echamos fuera al virus. Así como a todo temor que está esclavizando y declaramos que son sanas y libres en el nombre de Jesús.
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