El Padre dice hoy, puedes confiar en mi bondad. Mi bondad nunca cambia, nunca falla y nunca termina. Mi bondad no conoce límites ni fronteras y fluye libremente de mi corazón a todos. Incluso aquellos que no son conscientes de mi bondad para con ellos, cosechan el beneficio de mi amor y bondad inagotables. Yo no quiero que nadie perezca o se quede corto. Mi brazo de beneficencia se extiende a todos. Mi provisión de la plenitud de mi bondad se da gratuitamente a todos los que la recibirán. Mi bondad da y mi bondad perdona. Cada parte de mi bondad se presenta en el regalo que di en el Calvario. Toda necesidad de la humanidad y todo buen deseo se cumple en mi bondad dada a través del precio que se pagó.
Mi bondad es tuya. Toda barrera se rompe y toda cadena se suelta por mi bondad que perdona hasta el máximo. Mis pensamientos hacia ti son continuamente buenos. Yo no soy bueno a veces con pensamientos ocasionales de bondad hacia ti. Mi celo de amor y compasión y la bondad que arde dentro de mí de tierna misericordia hacia ti es lo que lleva a los hombres al arrepentimiento y a la adoración humilde. Es eso que cambia el corazón y la mente y trae la confianza de conocer mi bondad como una seguridad que te guardará y protegerá de la eternidad para siempre. Porque conocerás la plenitud de mi bondad incluso en esta hora, dice el Padre. RW