Padre, tú eres lo primero de lo primero en nuestras vidas. Gracias Espíritu Santo porque desciendes como fuego en el hogar de cada persona. Llena cada vacío, sana cada dolor, cada herida, restaura cada vida, inúndanos con tu amor. Te adoramos. Gracias porque nos llamas a tu reino y a tu gloria, conforme a tu propósito.
Comentarios Facebook