HONREMOS A DIOS

HONREMOS A DIOS

La mujer que derramó el perfume de nardo sobre los pies del Señor, lo hizo anticipándose a su muerte. Lo ungió con un perfume de mucho precio, considerado por los demás como un desperdicio, pero grandemente apreciado por el Señor. Todo lo que des a Dios es una honra para Él, y lo considera siempre como una buena obra. Reflexiona a quién estás honrando, actúa en consecuencia y Dios mismo responderá.

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