El Padre dice hoy: Yo soy tu Proveedor. Yo soy tu Todo Suficiente. Yo soy tu Jehová-Jireh. Como Abraham supo en su día de desafío, que Yo sería el carnero en la espesura, así seré la provisión obvia de todo lo que falta en tu vida justo en el momento de tu necesidad. Créeme. Niégate a apoyarte en el brazo de carne. Rehúsa reflexionar, meditar o preocuparte por el “peor escenario”. No vas a llegar a eso. Yo estoy enfocado en la tarea y en el objetivo, y nada impedirá mi liberación. Solo cree. No temas. Mi temor, el temor del Señor, es limpio. Todo otro temor es inmundo. Cuando la intimidación y el terror surjan para abrumarte, solo ríe. Vuélvete a mi fidelidad y entierra tu cabeza en mi pecho y ríete con la risa de la fe. Yo nunca te dejaré y nunca dejaré de darte. Solo confía en mí. Debido a que depositas tu confianza en mí y en las disposiciones del pacto de mi palabra, verás la aflicción de tu alma y quedarás satisfecho.
Tu audición no ha sido tan buena como podría ser, pero Yo estoy cambiando todo eso. Yo estoy aumentando la amplitud de mi voz hasta que me escuches claramente por encima del estruendo y el tono de los eventos que se arremolinan a tu alrededor y otras voces que hablan en contra de mi naturaleza. Sumérgete en mi palabra. De una forma u otra hay una narrativa que influirá en tu vida e influirá en cómo será el mañana. Es el relato de mi palabra. Mi palabra pretende ser la narrativa dominante que llena tu mente y tus pensamientos, no la narrativa del mundo o esas palabras, imágenes y pensamientos del mundo que te bombardean constantemente. Cierra todo eso. Rehúsa ser entretenido o cautivado por las imaginaciones de hombres y mujeres vanidosos que no tienen deferencia ni honor hacia mí. Hay un espíritu detrás de sus imaginaciones y contaminará mi altar si lo dejas. Purifica y limpia el altar en tu interior y conoce que al ofrecer un sacrificio puro, habrá una respuesta positiva del cielo en tu nombre. RW