El Padre dice hoy, veo la desesperación de tu corazón, confía en mí para un resultado positivo. ¿Esas cosas que no puedes cambiar y que no puedes hacer diferentes? Están seguras en mi mano y bajo mi control. Me aceptaste como Salvador y Señor. Ahora pon tu fe en mi Señorío no solo sobre tu corazón y alma, sino también sobre tu vida. Yo estoy moviendo lo inamovible. Yo estoy cambiando lo inmutable. Yo estoy trabajando y estoy dispuesto. Yo no estoy renuente. El enemigo te ha dicho que “no quiero”, pero conoce esto, no soy un Dios “no quiero”. Soy un “Dios lo haré …” No en tus términos ni en tu horario, pero PUEDES confiar en mí. Este es tu día. Este es tu momento. Las manecillas del reloj te persiguen con el tiempo de mi favor derramado en gran medida en un momento justo cuando más se necesita.
Ahí está la parte desconocida, dice Dios. No tienes todas las respuestas, y el enemigo intenta llenar los espacios en blanco con resultados potenciales espantosos y horribles. No escuches y no mires lo que él quiere que mires. Otros pueden correr y esconderse. Otros pueden decir que “el cielo se está cayendo”, pero el cielo no se está cayendo, el REINO ESTÁ VINIENDO. El reino viene, y el reino es justicia, paz y gozo. Esta es tu porción. Se acerca el gran avance. El gran avance está aquí. Yo te llevo a donde no sabes, pero tu bendición no se basa en la comprensión sino en la confianza. Confía en mí, dice el Padre. Confía en mí y déjame tomarlo desde aquí. RW