Padre, gracias porque podemos estar en tu presencia a través de la sangre del Cordero que nos abre las puertas, a la fuente de vida, de poder, de resurrección. Mientras oramos, intercedemos, estamos en la brecha, que tu obres milagros, restitución, restauración, que se abran puertas que habían estado cerradas. Venimos a favor de la iglesia, del cuerpo de Cristo para recuperar lo que nos ha sido robado, hacer ajustes para cada circunstancia que estamos viviendo, peleando la buena batalla de la fe.
Comentarios Facebook