En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, 23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente, 24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
Efesios 4. 22-24.
Cultivemos todas las cualidades del carácter de Jesús. No daremos estos frutos sin su carácter y éste no crecerá en nosotros si algo opuesto es maś grande: Ej .No daré el fruto del amor si el rencor es maś grande en mí. No viviré en gozo si la tristeza es mayor. No promoveré la paz, si en mi interior gobierna la rebelión o el temor. No seré paciente si vivo en desesperación. No seré bondadoso si la maldad opera en mí. No tendré fe, si la incertidumbre y la duda me consumen.
El carácter de Jesús necesita la comunión diaria con el Espíritu Santo. Deja vivir a Cristo en ti y caminarás en integridad, en mansedumbre, en justicia, bondad, amor, humildad y poder. Un carácter así es el resultado de una comunión constante con Él. Nunca serás perfecto, pero si puedes ser perfeccionado cada día, siendo semejante a Él, para reflejarlo.
Padre, gracias porque tú formaste mis entrañas, me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré por tus formidables y maravillosas obras. Estoy maravillado de tanta grandeza y mi alma lo sabe muy bien. No fue encubierto de ti mi cuerpo, y todo, mi Padre amado, está escrito en tu libro, ¡qué preciosos pensamientos!Gracias por créame a tu imagen y semejanza, conforme a tu propósito eterno. En el nombre de Jesús, amén.