A través del ejemplo de la Rosa de Sarón, Carmen Gloria nos guía por la revelación y el llamado de florecer aún en medio del desierto.
La cautividad solo busca aislarte, contaminarte y controlarte. “Todo lo que te controla es lo que te domina y todo que te domina es lo que adoras.”
Salgamos de la cautividad venciendo al mal con el bien, tomando nuestro lugar como reyes y sacerdotes que provoquen los milagros del cielo aquí en la tierra.
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