Jesús es un claro ejemplo de que una vida con hábitos cerca del Padre nos permite caminar hacia los propósitos de un Dios tiene en cada área de nuestra vida. Corramos la carrera a la manera de Jesús, pasando más tiempo con el Padre, vivir en contentamiento, sencillez y santidad para no dejarnos tentar por las cosas que desvían nuestro camino de libertad y vida en abundancia.