Arma básica. Sin la salvación como casco, el soldado está desprotegido. El casco resguarda además de la integridad de las funciones cerebrales, el centro de comando del individuo. En lo espiritual, la seguridad de la salvación que tenemos en Cristo es una defensa contra cualquier arma enemiga.
Necesitamos poner atención al hecho de que la salvación es una realidad y un proceso. Ya fuimos salvos en el espíritu, estamos siendo salvos en el alma, y seremos salvos en el cuerpo.
La salvación es completa, Cristo ya nos salvó de nuestro pasado, nos salva cada día en el tiempo presente y nos salvará en el futuro incluso de la muerte física, si nos toca estar vivos cuando el Señor regrese a resucitar corporalmente a su iglesia dormida.
1 Tesalonicenses 5. 8-9. Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo. 9 Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Padre, hoy reconozco que tus pensamientos no se parecen en nada a mis pensamientos y mis caminos están muy por encima de lo que puedo imaginar. Pues así como los cielos están más altos que la tierra, así tus caminos están más altos que mis caminos y tus pensamientos, más altos que mis pensamientos. Por lo que haré un inventario de lo que hoy ocupa lugar en mis pensamientos y no permitiré ni daré lugar a pensamientos contrarios a lo que tú ya me has otorgado por medio de la salvación tan grande en Cristo Jesús. Gracias porque puedo mantener mis pensamientos bajo la protección del yelmo de la salvación, en el nombre de Jesús, amén.