FORTALECER NUESTRA FE: Llenarnos de la Palabra:
Colosenses 3. 16.
La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.
> SOLTEMOS NUESTRAS CARGAS AL SEÑOR: Vayamos a su presencia en oración, con ruego y agradecimiento:
Filipenses 4. 6.
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
> RECIBAMOS A CAMBIO SU PAZ: Quedémonos en su presencia hasta desactivar el afán y experimentar la paz de Cristo en el corazón y en la mente. Volver a su presencia cuantas veces sea necesario. Hay plenitud de gozo ahí.
Filipenses 4.7. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Jesús hermoso, Príncipe de Paz. Tú viniste a esta tierra a entregar tu vida por mí. Para que yo pudiera recuperar mi lugar delante del Padre. Me abriste el camino. Te presentaste delante del Él , de tu Padre, con el pago por mi rescate, tu propia vida entregada en completa obediencia, y me presentaste a mí, limpio y sin mancha, con derechos, sin pecado, sin enfermedades y ganaste que pudiera tener paz con nuestro Padre, con mis hermanos, con la vida, conmigo mismo. Jehová Shalom, tú eres mi paz, eres mi prosperidad, eres quien me da shalom. Renuncio a seguir siendo atormentado por el enemigo, a ser agobiado y engañado, Jesús ya recibió el castigo por mi paz. Hoy entrego todo afán, ansiedad, aflicción y te doy gracias por tu vida en abundancia, en el nombre de Jesús, amén.