Es la Palabra de Dios. Es nuestra arma ofensiva, una espada que posee doble filo.
2 Timoteo 3. 16-17. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
Jesús el Verbo de Dios hecho hombre usó la Palabra para vencer a satanás el tentador, diciéndole con fe: “Escrito está”:
Mateo. 4.3-4. Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.4 El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
La Palabra es la voz y el Espíritu de Dios. Es creativa, poderosa y es el arma de justicia y de luz por excelencia. Nosotros sus hijos e hijas la usamos a la ofensiva, declarándola para hacer retroceder al enemigo, para replegarlo y para descubrir y desbaratar sus planes engañosos. También la usamos para establecer su Reino donde estemos y LA VIVIMOS.
Salmos 119. 42. Y daré por respuesta a mi avergonzador, que en tu palabra he confiado.
Padre, ¡tu Palabra, el Verbo de Dios, Jesucristo, tu Hijo! ¡Cuánta grandeza, no la alcanzo a comprender! Te pido que tu Espíritu Santo me revele lo que significa tener a Jesús morando en mi corazón, la palabra con la que creaste el universo y lo sustentas al alcance de mi boca. Pon guarda a la puerta de mis labios, para que solamente hable tu palabra, para que yo pueda ser una fuente pura, no contaminada, de la que solamente salen aguas puras, dulces y no amargas. Perdóname por toda palabra corrompida que ha salido de mi boca. Cancela el efecto que han provocado todas las maldiciones que he dicho, aun en contra de mí mismo y de mis seres amados, de mi iglesia, de mi Pastora , de mi país, de la vida. Gracias porque no me has dado un espíritu de cobardía, sino uno de poder, de amor y de dominio propio, para vivir y hablar una vida coherente con la grandeza que has depositado dentro de mí, en el nombre de Jesús, amén.