YO SOY TU FUENTE DE GOZO ETERNO

El Padre dice hoy, Yo soporté tu dolor y llevé tus enfermedades para que tú no tengas que hacerlo. Tu sanidad, tu liberación, tu transformación fue totalmente pagada y provista en la Cruz hace 2,000 años amado, así que acéptalo como tu herencia segura, incluso este día. Declara y decreta que las provisiones del Calvario son tuyas. Dilo de tu boca. Milita con tu fe contra el dolor del cuerpo, contra el dolor y la agonía comunes a tu vida hoy. No son tuyos para que los lleves. Incluso cuando la vergüenza y la culpa te señalen con el dedo de la acusación, diciendo “mereces sufrir…”, conoce que los golpes destinados a tí llovieron sobre mí en tu nombre. ¿El acusador? Él no tiene posición en mis atrios. ¿Verguenza? No es tu porción, porque Yo te he limpiado, perdonado y transformado incluso este día. ¿Falta? ¿Tristeza? ¿Separación? ¿Pérdida? Todo está borrado y tratado en la obra del Calvario con tu nombre contado entre los beneficiarios de todo lo que Yo soporté para liberar al hombre y sacarte de la prisión de la angustia y el arrepentimiento.

Yo te  he oído en una hora señalada, dice el Padre y decreto sobre tí en este día Yo Soy tu salvación, tu provisión, y tu fuente de gozo eterno. Gozo y alivio. Gozo y refrescamiento. Gozo y limpieza de toda la contaminación de la condición humana bajo el asalto del infierno. El enemigo se vuelve atrás. Créelo y acéptalo como tu porción. Conoce que nunca diré “no” a lo que la Cruz dice “sí”. Sí a la sanidad. Sí a la resurrección. Sí a la provisión. Sí a la limpieza. Este es tu momento más alto de ascenso. Yo te llamo por encima de la apariencia de este mundo y sus expectativas, y te ascendiendo a mi trono en una mentalidad de ascendencia sabiendo que el cielo es tu hábitat nativo tanto ahora como en el futuro: la eternidad para siempre. Toda la vida se inclina ante mi promesa hacia ti, dice Dios. No eres rechazado. No eres rechazado. Eres aceptado, y Yo estoy aquí ahora como tu libertador todopoderoso. RW

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