El Padre dice hoy, tú eres mi socio en el pacto de sangre. Tu relación conmigo no se mantiene por algún estilo de vida religioso o afectación pseudo-espiritual forzada o forma de pensar. Amado, Yo Soy tu TODO EN TODO. No permitas que el enemigo se burle de ti con vanidades religiosas muertas. Yo te lego la sustancia de mí mismo. Yo te imparto la plena medida de la estatura de Cristo. Yo estoy viviendo, moviéndome y actuando en tu vida sobre la base de la sangre derramada de Cristo. La sangre que se derramó es la base total de su derecho a todo lo que el cielo ofrece.

Yo no estoy esperando algún “algún día” intrascendente para ser quien Soy para ti. AHORA Yo soy tu sanador, y AHORA Yo soy tu proveedor, y AHORA la resolución de cada desafío que enfrentas. ¡Alégrate, dice el Padre! Regocíjate y alégrate, porque el tiempo de tu bendición ha llegado, y nada derrocará ni obstaculizará mi plan de más de lo que puedes pedir o pensar. Deja que mi “sí” sea respondido con tu “sí” hoy, y luego déjame trabajar en los detalles. Todo es posible, dice el Padre, y no permitiré que vivas un día más fuera del ancho de banda de mi favor. RW