> RETOMAR NUESTRA RELACIÓN PERSONAL CON EL PADRE: El manejo de nuestras emociones involucra presentarnos ante el Señor para consagrarle nuestra vida y comenzar a tomar las decisiones que nos pongan en sintonía con Él y su Palabra: Reconocer – Reconciliar – Renovar.
Job 22. 21. Vuelve ahora en amistad con él, y tendrás paz y por ello te vendrá bien. Decidir ocuparnos de las cosas del Espíritu como nuestra prioridad uno y alinear
nuestras perspectivas mentales a su Palabra.
> EN LA FUERZA DEL ESPÍRITU, EXPERIMENTAR COMO “SÍ” PODEMOS MORIR A LA CARNE.
Romanos 8. 6. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
> RECONCILIARNOS CON EL PRÓJIMO:
Efesios 4. 2-3. Sean siempre humildes y amables. Sean pacientes unos con otros y tolérense las faltas por amor. 3 Hagan todo lo posible por mantenerse unidos en el Espíritu y enlazados mediante la paz. (NTV)
El dominio de nuestras emociones será mucho más fácil si nos vestimos a diario de Jesús, porque los estados de ánimo, son un subproducto de nuestros pensamientos, suposiciones y creencias. ¡Llenos de su amor, no tendremos temor!
Padre, gracias por la verdad que me hace libre. Gracias porque si tu Hijo me libera soy verdaderamente libre. Gracias porque con tu gran amor que has derramado en mi corazón por tu Espíritu Santo me has hecho verdaderamente libre. Estaré atento a la renovación de mis pensamientos mediante la lectura y meditación de tu palabra y no permitiré que ningún engaño del enemigo permanezca en mi mente. Examinaré mi corazón en busca de toda falta de perdón y sentimientos que obstruyan hoy mis emociones hacia mi prójimo. Renuncio a toda costumbre y conexión con los deseos de la carne. Gracias Padre porque tienes pensamientos de bien y no de mal para darme el fin que espero, en el nombre de Jesús, amén.