EL DÍA DE MUERTOS

La gente participa en idolatrías y brujerías diversas, en adivinación, espiritismo, santería y culto la muerte, abriendo la puerta al ocultismo, donde se mueve satanás y sus demonios en los que las practican, para oprimirlos y esclavizarlos.

La creencia detrás del Día de Muertos es que los seres queridos fallecidos participan en las ceremonias. Tradicionalmente se piensa que del 31 de octubre al 2 de novimebre, las almas de los difuntos pueden transitar a esta dimensión y comunicarse con sus familiares.

HONRAMOS LA MEMORIA DE LOS SERES QUERIDOS QUE NOS PRECEDIERON: Pero las celebraciones del Día de Muertos van más allá, promoviendo la comunión, es decir la plática con los muertos. Según la Palabra, los muertos no pueden comunicarse con los vivos, no son libres de regresar a la tierra. El hombre rico estando muerto, hablaba con Abraham difunto también, para enviar a Lázaro o algún otro muerto a hablarle a sus parientes sobre los tormentos del infierno.

Lucas 16. 30-31 Él entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán. 31 Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.

Tambíen se nos reitera la prohibición de consultar a mediums para pedir consejo o predecirnos el futuro.

Isaías 8. 19-20 Tal vez alguien les diga: «Preguntemos a los médiums y a los que consultan los espíritus de los muertos; con sus susurros y balbuceos nos dirán qué debemos hacer». Pero ¿acaso no deberá el pueblo pedirle a Dios que lo guíe? ¿Deberían los vivos buscar orientación de los muertos? 20 ¡Busquen las instrucciones y las enseñanzas de Dios. Quienes contradicen su palabra están en completa oscuridad. NTV.

Padre, gracias por abrirme los ojos a la verdad. Ahora lo veo claramente. La maldad del diablo va más allá de lo imaginable. Usar el dolor de perder a nuestros seres queridos para engañarnos, ¡hacernos creer que regresan a platicar con nosotros, cuando los que se presentan son sus demonios! Yo hoy te entrego toda herida en mi corazón, que aun no ha sido sanada, por la pérdida de mis amados. Tú has hecho mi corazón la morada de tu Espíritu Santo, el Gran Consolador. Quien me consuela y me llena con la esperanza de que pronto veré a los que perdí reunidos y gozándose juntamente contigo en el cielo. Perdónanos como nación por haber caído en semejante mentira y tratar de mitigar nuestro dolor con prácticas diabólicas. Por haber hecho tan fuerte esta gran mentira. Restáuranos y quita la ceguera espiritual y toda consecuencia que esto ha ocasionado, en el nombre de Jesús, amén.

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