JUDAS

También estaba ahí sentado, viendo. A donde iba Jesús iba Judas, el lo entregó. Al ver el perfume derramado dijo: “Qué desperdicio”, cuántos pobres hubieran sido satisfechos en su hambre: mentira, a él no le interesaban los pobres. Quedó denunciado que como tesorero del Señor, era ladrón. ¿Cómo hay que ser como persona para robarle al Señor Jesús? Además estaba sentado criticando. Quien critica, no cosechará nada bueno mañana. Cristo tuvo a sus críticos en el ministerio, la iglesia sufre de la cultura de la crítica, y el crítico está por lo general sentado…

El mundo necesita el mensaje de la iglesia, ¡algo tenemos que hacer! Definir y decidir con qué actitud estaremos cada uno frente a Jesús:

Como Lázaro: Un milagro de carne y hueso sentado.
Como Marta: Gloria a Dios porque has entendido que si Cristo está en tu
corazón, no puedes dejar de servirlo.

Como María: Adorándolo, rindiéndote a Él y dándole lo mejor de ti en todo.
Como Judas: Criticando y robandole al Señor. ¡No!
¡Levántate de la silla para contar el milagro y el mensaje de amor que tienes en Cristo! Has un evento y ora por los invitados. Él ya está en casa.

Isaías 52. 7. ¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: ¡Tu Dios reina!

Padre, gracias por que estás en casa. Tú y toda tu plenitud. Padre, Hijo y Espíritu Santo morando en mi corazón. Estoy completo en Cristo y no me falta nada. Hoy me levanto de la silla, no seguiré sentado delante de tanta grandeza, de tantos milagros y maravillas que has hecho en mi casa, mientras veo cómo hay tanta necesidad en las personas que me rodean. Gracias porque tú tienes un plan y propósito para mi vida y estoy atento para seguirlo, compartiendo tu palabra en el fuego de tu Espíritu Santo, en el nombre de Jesús, amén.

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